viernes, 18 de julio de 2014

el cambio de tema

En años más jóvenes,  el tema entre amigos solía ser sobre el lugar de moda,  sobre la persona de moda, sobre la ropa o música de moda y pasábamos las charlas de modo liviano, risueño, preguntando ¿y qué te dijeron tus papás?,  ¿tú qué tomas?  ¿tú que música prefieres? ¿tú qué harás este fin de semana?  ¿tú qué materia debes? ¿tú, con qué te cuidas? ¿ hasta qué hora te quedaste en la fiesta?

Así el mundo giraba y nos fue llevando al cambio de folio y de la adolescencia y primera juventud,  llegamos a mediados de la segunda década para el primer gran cambio de tema,  en que los subtítulos de nuestras conversaciones comienzan a tener implicaciones de adultez y enfrentamos el universo de los grandes,  con actitudes aún rebeldes frente al cambio y las notas definitorias de lo que habría de marcar nuestra vida y que se muestra en las clásicas preguntas como ¿tu qué estudiaste? ¿cuándo te casas? ¿cuánto ganas?´¿con quién vives? ¿a dónde viajas este verano? ¿estás embarazada?

Para la treintena, el universo ha conspirado y estamos metidos en toda clase de complicaciones, laborales, familiares, probablemente aún resolviendo consecuencias de decisiones que tomamos 10 años antes, sin media conciencia y haciendo cuanto sea posible por reparar y enderezar para no confundir nuestro destino con lo que juramos que jamás íbamos a ser.  El tema de la vida se atora, se enreda y desenreda entre ¿me pasas los datos de tu nutriólogo?  ¿a qué colegio van tus hijos? ¿quién es tu abogado? ¿quién es tu terapeuta? ¿te volverías a casar? ¿cuanto te costó tu coche?

A cierta edad,  comenzamos a pasear por las preguntas indiscretas, o que tal vez me saben indiscretas porque es justo las que me tocan en este tiempo:   Nos adentramos en uno de los grandes cambios de tema, como es el tremendo regreso al nido vacío porque los pollos se están largando indiscriminadamente y quienes no tienen hijos, se ríen de nuestra incomprensible terquedad del apego familiar.  Con ansias deseamos volver a ser vistos, atractivos, interesantes,   volver a encender la llama vital de la energía que acerca posibilidades nuevas en el trabajo, en la pareja, o con personas nuevas.  Hombres y mujeres discuten con los de su mismo sexo, sobre dietas, píldoras de control de apetito, lociones anti-ojeras, bótox, marcas de todo cuanto uno necesita comprar...  cursos, idiomas, viajes,  todo cuanto implique logros.   Se han acentuado las manías y se ha dejado de lado la inocente espontaneidad.  Conversamos con hábil profundidad y con liviana cordialidad, temas grandes,  si gozamos la maravilla de una comunicación abierta con un digno interlocutor, pero resulta fácil  acartonarnos  frente a la vida en una rutina que se nos convierte en el sitio seguro donde elegimos estar.  Si un tema nos incomoda,  cambiamos sin mayor aviso y podemos ir de la política, a la noticia del día,  a discutir sobre preferencias en gastronomía y si se acalora la conversación porque se ha vuelto demasiado personal,  del chisme al chiste.  Evadimos a ratos lo que somos con tal de encajar,  como seguramente aprendimos a hacer por ahí de 2° de primaria y hoy día,   casi lastimosamente,  nos preguntamos ¿tú qué tomas para la presión? ¿ quién es tu cardiólogo? ¿ya tienes nietos? (ésta,  con cara de sorpresa y espanto),  ¿tú no te duermes en el cine? ¿cuántos años hace que trabajas ahí?  y así, llego a cuestionarme ahora ¿qué tema nos tocará atender mientras este ciclo crece?    Si somos afortunados, nos pasarán aún muchos temas por venir y con suerte,  ellos también nos harán sonreir,  gozar de verdad lo que hemos construido en nuestra propia persona. ¿cierto?  o mejor,  cambiando de tema,  ¿crees que llueva?

3 comentarios:

  1. Mi escritora, no dejo de sorprender como vas plasmando lo que se vuelve un diario, una rutina un metodo o forma de vida en una amplia reflexion, que nos invita (en lo personal y sincero lo digo) a mejorar, a agregar un granito mas de virtud despues de leerte, no me queda mas que, como siempre, agradecerte la reflexion de hoy y aunque neguemos, los cumples son importantes y este blog lo veo como todo un regalo de 48 años de vida y hacer y deshacer.

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  2. la vida festeja cada uno de nuestros pasos, nuestras palabras y nuestros años, Gabbs querida. tus 48 son un homenaje a tu sonrisa, tu familia y tu buena voluntad. un abrazo con mucho cariño

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  3. Wow! No había leído esta entrega. Será que no la vi o ¿Necesitare bifocales? Me recomiendan a su oftalmólogo. Enorme!!! Mariana. Gracias.

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